Los tranvías eléctricos brindaron servicios de transportación pública a la población habanera con un protagonismo sin par en las tres primeras décadas del siglo XX. Introducidos en el periodo de administración militar estadounidense en Cuba (1899 - 1902),
tenían el fin de sustituir
y modernizar el transporte urbano servido, -desde mediados del
siglo XIX-, por los coches de caballos, los ferrocarriles y los tranvías de
tracción animal o de “sangre”.
El nuevo sistema tranviario, sin embargo, se
estableció sobre los mismos itinerarios de su predecesor, el
Ferrocarril Urbano de La Habana. En este sentido, calzadas como Jesús
del Monte, la del Cerro y Carlos III se mantuvieron como las
protagonistas en el flujo de pasajeros y cargas de la capital.
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Esta magnífica imagen de un tranvía de tracción animal en la calzada de Jesús del Monte, data de septiembre de 1899. Véase el estado de la calle, de tierra y con todo tipo de irregularidades. Asi se caracterizó el sistema vial en el siglo XIX. |
Especialmente de la primera calzada mencionada, el gran escritor cubano Eliseo Diego, escribiría:
“En la Calzada más bien enorme de Jesús del
Monte
donde la demasiada luz forma otras paredes con
el polvo
cansa mi principal costumbre de recordar un
nombre,
y ya voy figurándome que soy algún portón
insomne
que fijamente mira el ruido suave de las sombras
alrededor de las columnas distraídas y grandes
en su calma…”
Y no le faltaba razón al poeta, porque Jesús de Monte es quizás la calzada de mayor longitud de nuestra red vial, enlazando importantes municipios y barriadas metropolitanas como 10 de Octubre, La Víbora, Lawton, Luyanó, San Miguel del Padrón, Guanabacoa y Arroyo Naranjo, por mencionar algunos, muchos de los cuales tuvieron tranvías circulando por sus calles interiores.
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Otra increíble toma del Ferrocarril Urbano de La Habana, también circulando por la calzada de Jesús del Monte (actual calzada de 10 de Octubre). En la foto, en primer plano a la derecha, se ven las dos líneas de tranvías de "sangre", ida y vuelta, justo en un cruce. Dan distinción a este paisaje urbano las dos filas de las llamadas "Casas - Quintas" y sus derivaciones arquitectónicas que fueron tan populares también en las localidades del Cerro y Marianao. |
Los tranvías eléctricos, hijos de los tranvías "de sangre", deben a sus padres el haber desbrozado el camino para su implantación en el advenimiento del nuevo siglo. Los tranvías en general son parte del legado histórico, cultural, social y simbólico de los pobladores de Jesús del Monte. De ellos también diría unos versos el memorable Eliseo Diego, que hoy usamos para finalizar esta crónica. Quede a las generaciones venideras seguir defendiendo ese legado...
"En el tranvía amarillo:
la República, era,
lleno el pecho, como
decir la suave,
amplia, sagrada
mujer que le dio hijos"...