A modo de preámbulo

Hace apenas seis décadas que los tranvías dejaron de ser el principal medio de transporte público con que contaba La Habana. Entonces unas treinta líneas eran servidas por cientos de carros eléctricos que recorrían diariamente miles de millas por toda la ciudad, enlazando áreas residenciales con parques industriales, hoteles con centros nocturnos, mercados y centros comerciales con escuelas y repartos. La vida iba a la par del tranvía. Paraderos, plantas eléctricas, estaciones y oficinas, eran elementos de un paisaje urbano desgraciadamente llamado a desaparecer...

Todo esto fue el tranvía. Raíles que horadaron calles y avenidas que llegan, inutilizados, a nuestros días, cables aéreos entretejidos en tupida red de cobre y bronce, ruidos y silencios sumergidos en la historia de los barrios y sus habitantes, huella arquitectónica, histórica y cultural reflejo de los ritmos trepidantes de la modernidad...

En esencia, un aval más que suficiente para ser recordados por todo lo que hizo por nuestra ciudad...

miércoles, 30 de abril de 2014

Una transferencia tranviaria con una vocación de futuro.

Ha llegado a mis manos un billete de transferencia de la Havana Electric Railway and Company, la empresa que estuvo a cargo del transporte tranviario en la capital desde el año 1901 hasta su desaparición en el año 1952. Mi benefactor, Emilio Cueto; quien sabe que para las personas con sensibilidad hacia el patrimonio histórico y cultural, -sobre todo si se trata de objetos materiales ligados al mundo de los tranvías-, este es un regalo extraordinario.

El billete esta fechado en 6 de diciembre de 1949, con número de serie 52405. Fue entregado a un pasajero de la línea Jesús del Monte (en bajada) a las seis y diez de la tarde de ese martes para que le sirviera  como constancia para abordar otro carro que fuera por Neptuno o por San Rafael, en Centro Habana. Para hacer válida su transferencia debía abordar el próximo vagón eléctrico antes de los quince minutos reglamentarios.
Resulta apasionante, y esto mi amigo Emilio Cueto lo sabe bien, cómo un simple papel impreso de apenas unos 15 centímetros de largo por 5 de ancho puede darnos información del aún desconocido universo de los tranvías eléctricos habaneros. Pero aún más increíble resulta el hecho que este billete de trasnferencia haya llegado a nuestros días en tan perfecto estado de conservación.
!Sesenta y cinco años de antiguedad de un billete hecho para no durar y no presenta manchas, ni roturas, siquiera una esquina partida! ¿Cúal habrá sido su camino en la "supervivencia"? ¿Acaso estuvo guardado por décadas en el interior de un libro a contar desde el mismo instante que el conductor se lo entregó a un olvidadizo pasajero? Nadie lo sabrá nunca. Hoy no podemos hacer más que maravillarnos...

En su reverso este billete de transferencia tiene el siguiente texto informativo: "HAVANA ELECTRIC RAILWAY COMPANY. Esta transferencia vale hasta 15 minutos después de la hora marcada por el conductor en la fecha indicada. Será admitida únicamente en el lugar donde se expida, en cualquier tranvía que no sea de la misma línea del que la da y que circule por la calle indicada para recibirla. No da derecho a otra transferencia ni es válida en ningún caso para regresar con ella en dirección al lugar donde procede el carro que la emitió. En caso de reclamación sírvase abonar el importe del pasaje y acudir a las oficinas de la Compañía en Reina 67".