A modo de preámbulo

Hace apenas seis décadas que los tranvías dejaron de ser el principal medio de transporte público con que contaba La Habana. Entonces unas treinta líneas eran servidas por cientos de carros eléctricos que recorrían diariamente miles de millas por toda la ciudad, enlazando áreas residenciales con parques industriales, hoteles con centros nocturnos, mercados y centros comerciales con escuelas y repartos. La vida iba a la par del tranvía. Paraderos, plantas eléctricas, estaciones y oficinas, eran elementos de un paisaje urbano desgraciadamente llamado a desaparecer...

Todo esto fue el tranvía. Raíles que horadaron calles y avenidas que llegan, inutilizados, a nuestros días, cables aéreos entretejidos en tupida red de cobre y bronce, ruidos y silencios sumergidos en la historia de los barrios y sus habitantes, huella arquitectónica, histórica y cultural reflejo de los ritmos trepidantes de la modernidad...

En esencia, un aval más que suficiente para ser recordados por todo lo que hizo por nuestra ciudad...

lunes, 21 de diciembre de 2015

Un feliz 2016 con tranvías habaneros...

Queridos lectores:

Les deseamos  mucha suerte a todos los amantes del tranvía en todas las latitudes en este año 2016. Nuestro blog cumple ya cinco años de existencia y no hubiera sido posible sin el concurso de ustedes.

Presentamos hoy dos postales que correponden a dos momentos históricos diferentes del tranvía eléctrico de La Habana.

¡Esperamos que sean de su agrado!

Con aprecio

Michael González Sánchez

Un detalle de una postal de los primeros años del siglo XX (1906, por el matasellos), donde se muestran los primeros carros eléctricos que circularon en nuestro país. Este tranvía va por la calle Neptuno, está atravezando el Paseo de Prado, y se dirige hacia El Vedado. Puede observárse en la imagen un coche de caballos, a la izquierda de color verde, que también partenecía a la Havana Electric Railway and Company, la misma empresa que administró por medio siglo los tranvías habaneros.
Una rara postal del tranvía en los alrededores del Palacio Presidencial, inaugurado en el año 1920. Fue concebido por los arquitectos Rodolfo Maruri y Paul Belau, cuyos diseños se materializaron por la firma estadounidense General Contracting Company. Al frente estaba ubicado el parque Zayas, erigido a la memoria del cuarto presidente cubano.