A modo de preámbulo

Hace apenas seis décadas que los tranvías dejaron de ser el principal medio de transporte público con que contaba La Habana. Entonces unas treinta líneas eran servidas por cientos de carros eléctricos que recorrían diariamente miles de millas por toda la ciudad, enlazando áreas residenciales con parques industriales, hoteles con centros nocturnos, mercados y centros comerciales con escuelas y repartos. La vida iba a la par del tranvía. Paraderos, plantas eléctricas, estaciones y oficinas, eran elementos de un paisaje urbano desgraciadamente llamado a desaparecer...

Todo esto fue el tranvía. Raíles que horadaron calles y avenidas que llegan, inutilizados, a nuestros días, cables aéreos entretejidos en tupida red de cobre y bronce, ruidos y silencios sumergidos en la historia de los barrios y sus habitantes, huella arquitectónica, histórica y cultural reflejo de los ritmos trepidantes de la modernidad...

En esencia, un aval más que suficiente para ser recordados por todo lo que hizo por nuestra ciudad...

lunes, 20 de febrero de 2012

"El tranvía no choca, chocan con él"

Esta página publicitaria, de la Havana Electric Railway Company (HER), la empresa que administró los tranvías eléctricos urbanos habaneros desde su inicio, en 1901, hasta su fin, 1952, es del importantísimo periodico cubano Diario de la Marina. Se trata de una publicidad de la HER donde se muestran dos imágenes relativas a la empresa y su poder económico, el nuevo edificio sede (en Reina y Ángeles, comprado en 1928) a la izquierda, y el nuevo modelo de carro eléctrico (utilizado desde mediados de la década de los veinte), a la derecha. 
Lo más interesante de la página es, sin embargo, los slogans que sobre la empresa y los tranvías aparecen insertados. Elos aluden a la confianza que generaba el tranvía en cuanto a accidentes de tránsito teniendo en cuenta su baja velocidad, el transitar sobre recorridos fijos y la dureza de su carrocería, sobre todo el truck. 
En una sociedad como la habanera, donde los nuevos cánones urbanos exigían velocidad, libertad e individualismo, el tranvía se presentaba arcaico a los gustos modernos, contra lo cual combatía la HER con la publicidad, colocada en cualquier medio posible, como el número centenario del Diario...del año 1932.
Textualmente dicen así: "Viaje en tranvía y despreocúpese del tráfico", "Viajar en tranvía es tener la vida asegurada" y "El tranvía no choca, chocan con él, lo que representa el 100 % de seguridad".

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