A modo de preámbulo

Hace apenas seis décadas que los tranvías dejaron de ser el principal medio de transporte público con que contaba La Habana. Entonces unas treinta líneas eran servidas por cientos de carros eléctricos que recorrían diariamente miles de millas por toda la ciudad, enlazando áreas residenciales con parques industriales, hoteles con centros nocturnos, mercados y centros comerciales con escuelas y repartos. La vida iba a la par del tranvía. Paraderos, plantas eléctricas, estaciones y oficinas, eran elementos de un paisaje urbano desgraciadamente llamado a desaparecer...

Todo esto fue el tranvía. Raíles que horadaron calles y avenidas que llegan, inutilizados, a nuestros días, cables aéreos entretejidos en tupida red de cobre y bronce, ruidos y silencios sumergidos en la historia de los barrios y sus habitantes, huella arquitectónica, histórica y cultural reflejo de los ritmos trepidantes de la modernidad...

En esencia, un aval más que suficiente para ser recordados por todo lo que hizo por nuestra ciudad...

martes, 14 de febrero de 2012

Caballos y mulos en el transporte público habanero (1)

Los transportes públicos por tracción animal se establecieron en La Habana a finales del siglo XVIII, pero con un servicio regular en itinerarios fijos solo en las primeras décadas del siglo XIX. Como animales de tiro se utilizaron caballos, mulos, asnos y hasta bueyes, siendo los caballos y los mulos los de mayor uso en las calles de la ciudad. En ello influyeron varios aspectos, algunos relativos a sus cualidades físicas y biológicas, tales como resistencia, fuerza, vigor y  apariencia, unido a otros aspectos sociales como su domesticación y relación histórica con el hombre.
Con el establecimiento de los itinerarios regulares y la creciente demanda del transporte de pasajeros en la capital, el paisaje urbano comenzó a poblarse de carruajes de diferente naturaleza, dada ésta por su diseño, capacidad o manufactura. Junto a los quitrines y calesas particulares aparecieron los carros de alquiler, siendo los más importantes los coches (Faeton, Break), que transportaban más personas y costaban su pasaje menos dinero que el cobrado por las calesas de renta. Los tranvías de "sangre" fueron establecidos alrededor de la sexta década del siglo XIX, con tarifas menores a las pedidas por los coches y ómnibus. Eran tirados por caballos y mulos, en número de dos o tres animales, arrastrando carros con más de más de quince pasajeros. Para finales del decimonónico era normal que el Ferrocarril Urbano tuviera en sus cuadras más mulos que caballos, lo cual quedaría explicado por la demanda de éstos últimos en la llamada Guerra del 95.
En la imagen, que data de la primera década del siglo XX, puede apreciarse varias calesas y quitrines aparcados a un costado del ántiguo convento San Juan de Letrán, en la calle de los Mercaderes. Al centro, un coche de caballos deambula hacia la calle O' Reilly, pasando por detrás del edificio sede del Ayuntamiento habanero, el antiguo Palacio de los Capitanes Generales.
Si bien los tranvías eléctricos gradualmente desplazaron a otros medios de transporte público, -así como ellos fueron a su vez desplazados por los autos y los autobuses-, los primeros en desaparecer fueron aquellos tirados por fuerza animal, aunque los ómnibus de caballos y mulos estuvieron circulando regularmente por La Habana hasta el fin de la primera Guerra Mundial. El caballo, traido a esta Isla por los españoles, era entonces desplazado por la electricidad de los tranvías, venidos de los Estados Unidos. La modernidad no creyó en relinchos o  coces, pero su paso fue galopante.

1 comentario:

  1. Buenas tardes Michael,
    Disculpa la tardanza en este comentario, tanto los tranvías como el ferrocarril cubano, tuvieron gran importancia en el desarrollo de los ferrocarriles en Barcelona, los primeros promotores fueron indianos, es decir españoles que habían ido a hacer fortuna a las américas.
    Los catalanes, fueron muy numerosos en Cuba y Soujol el promotor del primer tranvía barcelones estuvo un tiempo en cuba donde pudo conocer los avances que en el campo del transporte allí se estaban produciendo.
    Algún día nos tocará buscar datos sobre esta época para publicar un post.
    Un abrazo de tus amigos barceloneses,
    railsi ferradures.

    ResponderEliminar