A modo de preámbulo

Hace apenas seis décadas que los tranvías dejaron de ser el principal medio de transporte público con que contaba La Habana. Entonces unas treinta líneas eran servidas por cientos de carros eléctricos que recorrían diariamente miles de millas por toda la ciudad, enlazando áreas residenciales con parques industriales, hoteles con centros nocturnos, mercados y centros comerciales con escuelas y repartos. La vida iba a la par del tranvía. Paraderos, plantas eléctricas, estaciones y oficinas, eran elementos de un paisaje urbano desgraciadamente llamado a desaparecer...

Todo esto fue el tranvía. Raíles que horadaron calles y avenidas que llegan, inutilizados, a nuestros días, cables aéreos entretejidos en tupida red de cobre y bronce, ruidos y silencios sumergidos en la historia de los barrios y sus habitantes, huella arquitectónica, histórica y cultural reflejo de los ritmos trepidantes de la modernidad...

En esencia, un aval más que suficiente para ser recordados por todo lo que hizo por nuestra ciudad...

viernes, 11 de noviembre de 2011

Postales de La Habana con tranvías eléctricos (4)

En las andanzas del tranvía por la ciudad no podía faltar la calzada de San Lázaro, arteria vital de la comunicación entre La Habana fundacional y su prolongación al norte, bordeando el litoral, lo que es el actual municipio Centro Habana. Protagonista sin par de la urbanización y del crecimiento demográfico habanero, solicitado camino cubierto de estancias desde los inicios de la colonia, San Lázaro fue de las primeras calles en donde se establecieron los rieles para los carros eléctricos, esto, vale decir, sobre un "mapa" vial  trazado con anterioridad por el tranvía "de sangre" y heredado por la Havana Electric Railway. La postal, de principios del siglo XX, muestra la intersección con el Paseo de Isabel II (Prado), -por donde caminan el padre con su pequeña hija-, y el vagón del tranvía transitando por San Lázaro hacia  la Cortina de Valdés, para posteriomente tomar San Pedro. Al fondo, como detalle interesante, se ven las humeantes chimeneas de la planta eléctrica de Blanco y Colón, primera de su tipo en Cuba, quemando el carbón para energizar los cables con la corriente directa de 550 voltios que necesitaban los motores del tranvía eléctrico. Una magnífica estampa histórica de la movilidad urbana en La Habana, siempre de la mano de la tecnología tranviaria, que tanto hizo por la ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario