A modo de preámbulo

Hace apenas seis décadas que los tranvías dejaron de ser el principal medio de transporte público con que contaba La Habana. Entonces unas treinta líneas eran servidas por cientos de carros eléctricos que recorrían diariamente miles de millas por toda la ciudad, enlazando áreas residenciales con parques industriales, hoteles con centros nocturnos, mercados y centros comerciales con escuelas y repartos. La vida iba a la par del tranvía. Paraderos, plantas eléctricas, estaciones y oficinas, eran elementos de un paisaje urbano desgraciadamente llamado a desaparecer...

Todo esto fue el tranvía. Raíles que horadaron calles y avenidas que llegan, inutilizados, a nuestros días, cables aéreos entretejidos en tupida red de cobre y bronce, ruidos y silencios sumergidos en la historia de los barrios y sus habitantes, huella arquitectónica, histórica y cultural reflejo de los ritmos trepidantes de la modernidad...

En esencia, un aval más que suficiente para ser recordados por todo lo que hizo por nuestra ciudad...

martes, 27 de diciembre de 2011

Postales de La Habana con tranvías eléctricos (7)

En la postal, la plazuela de Las Ursulinas, - por el edificio estilo neomudéjar donde radicó esta orden religiosa en La Habana-, en la intersección con la calle Egido, justo en el nacimiento de la importante Calzada de Jesús del Monte, arteria comunicadora por excelencia de los extramuros con la ciudad fundacional y vía de paso del tranvía de tracción eléctrica. El edificio de color rosa a la derecha fue, hasta mediados de los años veinte del siglo pasado, la sede de la Havana Electric Railway and Company, cuando los servicios de distribución de electricidad y gas y los tranvías estaban bajo el control de una sola empresa. El vagón de tranvía que aparece en la imagen viene circulando por Egido pronto ya a incorporarse a Monte, ambas calles de doble vía, y como detalle cabe señalar que es del modelo antiguo, con plataformas al aire libre, distinguiendose claramente el color rojo característico de los carros eléctricos de las primeras décadas del siglo XX. También pueden observarse otros medios de transporte de la época como los autos y los coches de caballos, éstos últimos reunidos en la plazuela listos para ser alquilados, tanto las carretas como las volantas. Aunque era ya pasado el mediodía, el sol estaba aún alto y los conductores de los coches se protegían con coloridas sombrillas que no se avergonzaban de usar. Otra estampa de La Habana donde el tranvía es testimonio de una ciudad que no existirá nunca más.

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