A modo de preámbulo

Hace apenas seis décadas que los tranvías dejaron de ser el principal medio de transporte público con que contaba La Habana. Entonces unas treinta líneas eran servidas por cientos de carros eléctricos que recorrían diariamente miles de millas por toda la ciudad, enlazando áreas residenciales con parques industriales, hoteles con centros nocturnos, mercados y centros comerciales con escuelas y repartos. La vida iba a la par del tranvía. Paraderos, plantas eléctricas, estaciones y oficinas, eran elementos de un paisaje urbano desgraciadamente llamado a desaparecer...

Todo esto fue el tranvía. Raíles que horadaron calles y avenidas que llegan, inutilizados, a nuestros días, cables aéreos entretejidos en tupida red de cobre y bronce, ruidos y silencios sumergidos en la historia de los barrios y sus habitantes, huella arquitectónica, histórica y cultural reflejo de los ritmos trepidantes de la modernidad...

En esencia, un aval más que suficiente para ser recordados por todo lo que hizo por nuestra ciudad...

lunes, 12 de diciembre de 2011

Imágenes del tranvía eléctrico (7)

Una bella estampa de principios de siglo XX; un carro eléctrico de reciente manufactura que viene desde la cortina de Valdés se dispone a incorporarse a la calle Zulueta para proseguir viaje en La Habana extramuros. Entonces las estrechas calles de la ciudad antigua eran verdaderos desafíos al tránsito tranviario, tenían los carros que doblar en las esquinas ocupando parte del espacio destinado al paso peatonal y paralizando el movimiento de carretas, carruajes, autos y personas durante las peligrosas maniobras; ello explica porque el diseño estructural de los tranvías habaneros se mantuvo en general inalterable en todas sus décadas de explotación. Ejemplo de ello, las cuatro ruedas situadas en el medio del truck (que favorecía los giros) y el pequeño tamaño de los carros (algo más de diez metros). En este caso, como puede observarse en la foto, el espacio para la movilidad no era un problema acuciante; la calle Zulueta permitía a los carros un tránsito menos riesgoso, desarrollar una mayor velocidad y realizar las paradas más continuamente; Zulueta ocupaba parte del área destinada antes a las murallas perimetrales, demolidas casi completamente para finales del siglo XIX, lo cual había crado un entorno invaluable desde el punto de vista económico y urbano. El edificio detrás del tranvía, actual Hotel Plaza, era para la fecha la sede del conocido Diario de la Marina, uno de los periódicos más importantes en la historia de la prensa en Cuba (fundado en el año 1844). El Diario.. se mantuvo en circulación hasta el año 1959; el tranvía circuló unos años menos (1952).

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